«Ustedes tienen un proyecto con visión de futuro», dijo Francisco en audiencia en el Vaticano a los representantes de la iniciativa europea “Snapshots from the Borders” (Voces y experiencias de las fronteras) que promueve una comprensión más profunda de la migración, permitiendo a las sociedades europeas dar una respuesta más humana y coordinada a los retos de la migración contemporánea. «Solidaridad concreta y responsabilidad compartida. Convertir fronteras y barreras de división en “ventanas” de comunión en la diversidad», pidió el Santo Padre.

Ciudad del Vaticano

El Papa Francisco recibió en audiencia este 10 de septiembre al mediodía, en la sala Clementina del Vaticano, a una delegación de aproximadamente 50 personas representantes del proyecto europeo “Snapshots from the Borders” (Voces y experiencias de las fronteras) liderado por el alcalde de Lampedusa y Linosa, en Italia. 

El objetivo general del proyecto, en el que están involucrados varios países europeos, es aumentar la conciencia y la comprensión crítica de la interdependencia mundial y las causas de las corrientes migratorias, a fin de promover el logro y el respeto de las metas de desarrollo sostenible. 

Una comprensión más profunda de la migración

“Ustedes tienen un proyecto con visión de futuro”, dijo el Papa en su discurso, destacando que con su trabajo, la red de autoridades locales y organizaciones de la sociedad civil que ha nacido a partir de esta iniciativa, “promueve una comprensión más profunda de la migración, permitiendo a las sociedades europeas dar una respuesta más humana y coordinada a los retos de la migración contemporánea”.

En alusión al escenario actual de la migración que “es complejo y a menudo tiene implicaciones dramáticas”, el Santo Padre afirmó que es necesario estudiar y entender mejor las interdependencias mundiales que determinan las corrientes migratorias.

No ser indiferentes ante las tragedias humanas

“Son muchos los desafíos y nos interpelan a todos”, continuó el Pontífice. “Nadie puede permanecer indiferente ante las tragedias humanas que siguen teniendo lugar en diferentes regiones del mundo. Entre ellas, a menudo se nos pide que abordemos las tragedias que tienen al Mediterráneo como escenario, un mar fronterizo, pero también un mar donde se encuentran las culturas”.

Recordando sus palabras pronunciadas el pasado mes de febrero durante el encuentro de Obispos del Mediterráneo que tuvo lugar en la ciudad de Bari, Francisco reiteró que entre los que más luchan en el área del Mediterráneo, están los que “huyen de la guerra o dejan su tierra en busca de una vida digna del hombre”.

Sin embargo, en medio de esta travesía, estos hermanos y hermanas se encuentran, a menudo, con un “sentimiento generalizado de indiferencia social e incluso de rechazo”, por lo que el Papa alentó a “nunca aceptar que aquellos que buscan la esperanza en el mar mueran sin recibir ayuda”.

Solidaridad concreta y responsabilidad compartida

Asimismo, frente a estos grandes globales, el Santo Padre señaló que es indispensable practicar “una solidaridad concreta y una responsabilidad compartida, tanto a nivel nacional como internacional y añadió:

“La actual pandemia ha puesto de manifiesto nuestra interdependencia: todos estamos vinculados, unos con otros, tanto en el mal como en el bien. Debemos actuar juntos, no solos”

Por otra parte, Francisco puso en evidencia que también es esencial cambiar la forma en que vemos y contamos la migración:

“Se trata de poner a las personas, los rostros, las historias en el centro. He aquí la importancia de los proyectos, como el que promueven ustedes, que tratan de proponer diferentes enfoques, inspirados en la cultura del encuentro, que es el camino hacia un nuevo humanismo. Y cuando digo “nuevo humanismo” no lo digo sólo como una filosofía de vida, sino también como una espiritualidad y un estilo de comportamiento”

Convertir fronteras en “ventanas” de comunión en la diversidad

Finalmente, el Papa recordó que las sociedades, comunidades e Iglesias, “están llamadas a ser los primeros actores de este punto de inflexión, gracias a las continuas oportunidades de encuentro que la historia les ofrece”, ya que las fronteras, que siempre se han considerado como barreras de división, pueden convertirse en cambio en “ventanas”, en “espacios de conocimiento mutuo, de enriquecimiento recíproco, de comunión en la diversidad”.

Antes de despedirse, Francisco animó a los participantes “a seguir trabajando juntos por la cultura del encuentro y la solidaridad”.

Fuente: Vatican News