La Diócesis de Cúcuta frente a la pandemia de la COVID-19, ha permanecido cerca a los fieles dando aliento tanto espiritual como material. Siempre viviendo la caridad de Cristo, se están mitigando las necesidades básicas de los más pobres. Con alimentación y elementos de aseo, la Iglesia católica cuida de la población más vulnerable de la ciudad, área metropolitana y zona rural.

Cada ayuda llega a la población previamente identificada y caracterizada por los laicos, sacerdotes, religiosos y voluntarios de cada una de las comunidades parroquiales. Asimismo, desde los proyectos que ejecuta la Corporación de Servicio Pastoral Social (COSPAS) de la diócesis de Cúcuta y que abarcan desde madres cabeza de hogar, hasta migrantes, que habitan en las periferias de la ciudad y que requerían de censo, también sirvieron de caracterización para la entrega de ayudas.

Han sido varios meses, donde la diócesis con sus limitados recursos no ha abandonado a sus hermanos, ha contribuido a sostener la fe de los creyentes valiéndose de su estructura de comunicaciones, ofreciendo diariamente la Santa Misa, el rezo del Santo Rosario, variedad de contenido en formación cristiana, tanto en la Emisora Vox Dei, como en el periódico La Verdad, que se difundía en formato digital.

Acompañando esta difícil situación, la Iglesia particular de Cúcuta ha brindado desde el inicio del Aislamiento a la fecha, más de 90.689 mercados completos y 13.185 paquetes con elementos de aseo, y 92 toneladas de alimento a instituciones de caridad. Una obra que ha sido posible gracias a tantos benefactores que han recibido en su interior el mensaje de vivir la caridad de Cristo.

Fuente: Oficina de comunicaciones diócesis de Cúcuta