La violencia no para en Colombia, siendo el departamento del Chocó uno de los territorios más afectados por este flagelo. Los obispos de esta región del país, junto a organizaciones sociales y etnicoterritoriales, han suscrito un comunicado donde levantan su voz para denunciar el “difícil momento que vivimos a causa de la negación sistemática de derechos y de la violación del Derecho Internacional Humanitario”.

Lo hacemos en el contexto de la Semana por la Paz que se celebra en el país del 6 al 13 de septiembre de 2020, y que nos motiva a seguir caminando hacia el reencuentro con la paz integral que es un anhelo profundo de nuestras comunidades”, han asegurado.

En la misiva advierten que seguirán visibilizando y denunciando ante los diferentes organismos de Derechos Humanos, las afectaciones “que causan sobre nuestro pueblo y el territorio la deficiente presencia del Estado, el incremento de las agresiones de los actores armados y la corrupción que frena el desarrollo de las comunidades”.

Solidaridad con las comunidades


Ante el constante accionar de los grupos armados que por poderes políticos y económicos siguen acabando con la vida de líderes, lideresas, acentuando el reclutamiento de menores de edad, la instalación de minas antipersonas, la instrumentalización de jóvenes y mujeres, el confinamiento, el secuestro, la extorsión, los asesinatos selectivos, el desplazamiento, la pérdida de la autonomía comunitaria y la disputa territorial, las organizaciones firmantes de este mensaje, expresan su solidaridad con las comunidades de estos territorios y de otras regiones que padecen igualmente estas problemáticas.

Hacen notar además, su rechazo ante una posible perspectiva de fumigación con Glifosato y las “acciones de connivencia entre algunos miembros de la Fuerza Pública con actores ilegales en algunos lugares del territorio”.

Seguiremos en la tarea de acompañar a las comunidades para hacerles sentir la cercanía de la Sociedad Civil. A pesar de las múltiples agresiones de los actores violentos y del silencio y exclusión del Estado, les haremos saber que no están solos y que tienen quien los escuche y defienda. Junto a la Defensoría del Pueblo, la Oficina para los derechos Humanos de la ONU, y otros actores solidarios”.

Misiones humanitarias de monitoreo


Asimismo, han asumido el compromiso de reanudar las misiones humanitarias de monitoreo, acompañamiento y verificación, con el fin de escuchar, atender y visibilizar las necesidades de las comunidades, representadas en líderes y autoridades étnicas.

Fortaleceremos, con base en los aportes de las comunidades, la agenda de incidencia social y política ante los entes territoriales, órganos de control y espacios internacionales de derechos humanos”.

Unidos a un Pacto por la Vida y la Paz

Finalmente, observaron que estarán atentos a apoyar el Pacto por la Vida y la Paz, propuesto por  la sociedad civil  y que se suscribirá a partir del próximo 10 de septiembre del 2020, desde la Costa Pacífica y el Suroccidente de Colombia. “Será como una herramienta que recoge nuestro pensamiento y nuestras acciones transformadoras”.

Hicieron parte de la suscripción de este comunicado las diócesis de Quibdó, presidida por su obispo monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, la diócesis de Istmina-Tadó, con su obispo, monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez y la diócesis de Apartadó, en cabeza de monseñor Hugo Alberto Torres Marín.

📄 Descargar comunicado

Fuente: Conferencia Episcopal de Colombia