Decenas de personas se reunieron, el 10 de julio de 2020, en la plazoleta de la gobernación del Guainía para manifestarse en contra de la violencia hacia las mujeres, una iniciativa liderada por el Vicariato Apostólico de Puerto Inírida, en conjunto con las administraciones departamental y municipal.
Esta marcha, según sus organizadores, buscaba clamar justicia frente al feminicidio de Elsy, Kelly y Ana Rosa, mujeres que han sido asesinadas recientemente, sin que hasta el momento se tenga respuesta de investigación por parte de los entes judiciales.
Para monseñor Joselito Carreño Quiñónez, Vicario Apostólico de esta Iglesia particular, el asesinato de estas mujeres, son “crímenes que aparecen en registro, sin que pase nada, ni se judicialice a nadie”, Ante todos estos hechos de violencia que siguen creciendo en esta ciudad, el prelado anunció que se creará la “Oficina del Buen Trato”.
“La Iglesia Católica levanta la voz para dar palabra al dolor y a todos los afectados por la violencia. No podemos permanecer indiferentes, ya que para la Iglesia toda acción social, económica y política tiene que transformarse en un eje central de bienestar de la persona y la sociedad; por ello, se creará la Oficina del Buen Trato, para brindar apoyo, consuelo, sanación y solidaridad a las víctimas del sinnúmero de violencias que afectan nuestra sociedad hoy“.
La marcha se desarrolló con tranquilidad y finalizó frente a las instalaciones de la Fiscalía, donde monseñor Joselito hizo un llamado a los distintos entes de investigación para que los asesinatos no queden en la impunidad, exigiendo además, celeridad en los procesos y un trabajo en la identificación de los culpables de estos feminicidios “Que se haga justicia como se ha reclamado en toda la marcha. Que esta experiencia que hemos realizado hoy, sea esa expresión fuerte que llegue con todo su poder a los oídos de quienes se encargan de hacer justicia en nuestro Departamento, para que escuche el clamor de las comunidades y de verdad se haga justicia. Que esta pandemia del crimen, que se está tomando nuestra sociedad desaparezca, porque nosotros somos hombres y mujeres de paz“.
El acto, en el que también se hicieron presentes mujeres de la Fundación Arroyo, Mujer Guainía y la Asociación Amiga, culminó con un minuto de silencio donde se rindió homenaje a Elsy, Kelly y Ana Rosa.
Fuente: Conferencia Episcopal de Colombia