13 de Agosto.

“Haz bien lo que estás haciendo y aprovecha al máximo el hacer las cosas más pequeñas.”

El primero de cinco hermanos, Juan nació en la humilde familia de un curtidor flamenco. Cuando tenía sólo 10 años, su madre cayó gravemente enferma. De inmediato fue puesto bajo el cuidado de sus tíos y luego fue internado en un colegio. Juan maduró pronto y clarificó sus ideas: sintió que quería ser sacerdote. Así que comenzó los estudios de latín en la escuela de Diest, pero el dinero era escaso y para complacer a su padre que no estaba de acuerdo con su vocación religiosa, tuvo que aprender un oficio. Con el tiempo, el contacto con su hijo santo lo cambió tanto que después de la muerte de su esposa, él mismo se convirtió en un sacerdote en 1616. En tales cirtunstancias apareció la intervención de la Providencia: Juan entró en la casa del canónigo Froymont en Malinas y allí, como buen educador, se ocupó de instruir a los jóvenes de la nobleza y así se ganó lo necesario para seguir estudiando.