01 de Agosto.
Un hombre pío, en un tiempo en el cual este apelativo no suscitaba como hoy sonrisas de suficiencia pero contenía la admiración por una persona de temperamento humano y espiritual no común. Este fue en sus tiempos – 500 años atrás – Pedro Fabro, de profesión “apóstol”. Apóstol del Evangelio, apóstol del Papa, apóstol del naciente carisma de los jesuitas, que propagará por todas partes durante sus diversos viajes.