23 de Julio.

Un carácter seguramente fuerte y decidido desde pequeña, aquel de Brígida. Pertenece a una familia aristocrática. Siente la vocación pero acepta de casarse con Ulf, gobernador de un importante distrito del Reino de Suecia, como quería su padre.

La primera parte de su vida, marcada por una fuerte fe, transcurre en un matrimonio feliz del cual nacen ocho hijos. Una de ellas, Catalina – que la seguirá a Roma – será también canonizada. Junto al marido adopta la Regla de los Terciarios franciscanos y funda un pequeño hospital. Guiada por un erudito religioso, estudia la Biblia y es tan apreciada por su pedagogía que es llamada por el rey de Suecia para introducir la joven reina a la cultura suiza. Después de más de veinte años de matrimonio, el marido muere. Aquí comienza la segunda parte de su vida.